viernes, marzo 30, 2007

SMS...

Con premeditación y alevosía...
Y aprovechando que estoy borracho te digo..
Lo que me hubiera gustado decirte desde el primer día...
Que ojalá fuera yo quien te despertara con un beso
Y una mirada de ternura todos los días...
Ahora ya te lo he dicho... No que me gustes...
Sino que te quiero como a la misma vida...
Aprovechando que estoy borracho...
Con premeditación y alevosía...

martes, marzo 27, 2007

Epitafio...

- Ya esta.. Se acabo?¡...
- Bueno... No tiene por que verse como el final... Tambien puede ser considerado como un principio... O una transicion...
- Si tu lo dices...- Se mantuvo por unos segundos en silencio... Con la mirada ausente... Sentado sobre el suelo con los antebrazos apoyados sobre sus rodillas y las manos colgando sin moverlas apenas.- Ahora mismo perdona que te diga que tengo un sabor amargo... Esperaba mas...
- Que era lo que esperabas?¡...- Pregunto con dulzura acercandose un poco a el... Manteniendose de pie... Proyectando su sombra sobre el rostro del muchacho... Haciendo que este la mirara al verse protegido del sol...
- Lo que te dicen que es lo normal... Tener ciertas cosas a ciertas edades... Lo que se supone que te realiza como persona... No las posesiones materiales... Sino... Hummmm... Yo esperaba que hubiera sido diferente... Solo eso...
- Sabes que has dejado huella en mucha gente...
- Si... Y que tambien ellos la han dejado en mi...
- Tienes buenos recuerdos?¡...
- Si...
- Cuentamelos...
- Recuerdo... Hummmmm...-Y mientras las imagenes brotaban de su memoria y se convertian en palabras... Notaba como se erizaban los vellos de su piel... Como el calor inundaba su pecho y sus ojos se llenaban de lagrimas...- Recuerdo a mi abuela preguntandome mientras yo lloraba... Que queria de comer.. El olor del aceite de oliva mientras freia patatas... El tacto aspero de las manos de mi abuelo...
Recuerdo una mañana en que mi padre monto conmigo todos los vaqueros e indios que tenia de plastico... Y los pusimos frente a frente simulando un inminente enfrentamiento...
Recuerdo la calidez de la primavera... Y la piel rugosa de cierto tipo de arboles...
Recuerdo dias de pijama en invierno... Con juguetes y plastilina...
Recuero empezar a soñar despierto...
Recuerdo... Un amanecer que no llegaba en Grazalema... Con peñascos a mi espaldas y el silencio a mi alrededor...
Recuerdo un beso temeroso en la Plaza de la Gavidia...
Recuerdo... Una botella de medio litro de un refresco de naranja y una bolsa de patatas onduladas en un campus...
Recuerdo momentos de confesiones en Zaragoza y en Madrid...
Recuerdo el Bosque de las Hadas y la voz de un conocido: "Aunque vayas de vampiro.. Tu alma es Faerica"...
Recuerdo amistades que no se diluyeron con el tiempo...
Recuerdo.. En otra plaza... Una madrugada... Alguien que cogio una lagrima mia surgida de las risas... Y acto seguido se la bebio formando parte de ella para siempre...
Recuerdo la sesacion de euforia en los momentos en que notaba como mi piel era acariciada de manera sincera... La calidez de un abrazo... De una mirada del color de la miel...

Recuerdo... El sonido de la aguja y el olor del estudio de Tatuajes...
Recuerdo Leon... Y los cuervos... Y mas confesiones...
Recuerdo creer en la esperanza...

Recuerdo la vuelta a Sevilla... Y el añorado olor de Azahar...
Recuerdo encontrarme reflejos del alma donde menos me lo esperaba...

Y no quiero recordar mas...

- Pero no esta nada mal... No crees?¡...
- Tambien he tenido malos momentos...
- Como todos... No los compensan los buenos?¡...
- Si... Los compensan con creces...
- Entonces has tenido lo que dicen que deberia de ser... Tu paso no ha sido en vano... Y ten por seguro... Que seguiras vivo mucho tiempo en la memoria de todos aquellos con quienes compartistes tan buenos recuerdos y que has dejado atras...
- Preferiria seguir con ellos...
- Ya... Pero sabes que no puede ser... Tan cierto como que el cielo es azul y la lluvia moja... Venga... Levantante... Como te dije... Esto no es el final... Tan solo el transito... Deja que te enseñe lo que te espera...

viernes, marzo 16, 2007

Cuanto mas conozco a la gente... Mas quiero a mis miniaturas...

Por que?¡...
Pues para empezar... Porque con las miniaturas sabes cuanto te va costar tenerlas... Con la gente no... Y no me refiero a pagar por ciertos desfogues... Eso no me parece mal... Cada uno se puede gastar su dinero en lo que quiera mientras no haga daño a nadie... Y sea de mutuo acuerdo el... Lo.... Hummmm... Lo que sea...

Cuando ves una mini en su caja... O en su blister... Expuesta en la estanteria... Y le ves el precio... Dices... "Me gusta... Me parece barata para el nivel de modelado"... O no... "Me parece cara pero es flipante de cabo a rabo"... O directamente no la compras por que no te convence ni una cosa ni la otra...
Asi pues... Sabes a ciencia cierta en que te estas gastando el dinero..
Con la gente no... Hay quien va de persona educada y respetuosa... Y a la hora de la verdad es el/la mayor hij@ de puta del reino... Hay quien va de amig@... En quien confias... Y en cuanto puede... ZAS!!... Puñalada trapera y se te he visto no me acuerdo...
No sabes cuando conoces a alguien si merece la pena el tiempo y el esfuerzo que le dedicaras... Si es de fiar... Si no lo es...
Conocer a la gente es como jugar a la ruleta rusa sin saber cuantas balas hay en el cargador...

Segundo... La miniaturas son agradecidas con el tiempo empleado en ellas... Por lo menos a mi me lo parece... No te piden que estes todo el dia con ellas... Puedes tenerlas encima de la mesa... Esperando... Sin quejarse... Sin ofenderse ni molestarse... Y cuando te pones a pintarlas... Estan tan contentas como si le dedicaras todo el dia...

Las personas no...
Son posesivas... Egoistas... Estupidas y egocentricas...
"Eh tio... Que yo lo que quiero es que me escuches... No que tu me cuentes tu mierda!"...
"Uy que tarde... Ya te escucho a ti otro dia"...
"Me la suda que estes hasta las cejas de trabajo... Esto lo quiero para antes de las doce"...
"Illo dejame argo... Que no tengo para comer... Pero no me compres comida... Yo lo que quiero es el dinero"...
"De verdad que eres encantador... Pero... Es que... Como te lo digo... Busco a un hombre como tu... Pero tu no"...
...
Sigo?¡...

Las minis te hacen sentir bien una vez que has terminado de pintarlas... Ver el resultado final... Observar como ha evolucionado un trozo de "plomo" hasta llegar a ser un guerrero curtido en mil batallas... Un mago que cuyos cabellos se volvieron del color de la nieve entre tomos de hechizos arcanos... Un goblin de piel verdosa y sucios harapos que no deja de tener un aspecto gracioso y hasta cierto punto inofensivo... El brillo del ojo de un Dragon de los Hielos... El castigado blindaje de un Siervo de Guerra... Mirar los detallles y el conjunto de la miniatura y comprobar que tiene una historia que contar... Que gracias a ti... Casi podrias decir que en cualquier momento cobraria vida... O que otra persona lo vea y te diga: "Tio... Cojonudo... Parece de verdad que ha vivido"...

La gente no.... No es asi...
Raros son los que te dan un abrazo sincero porque consideren que has enriquecido su vida... De manera "altruista"... Sin pedir nada a cambio... La mayoria van a lo que van... A sacar tajada de lo que se pueda... De quien se deje engatusar...

Y lo mejor de todo... Las miniaturas no te dejaran jamas tirado... Ni te haran daño... Al menos de manera consciente... Ni se escudaran en burdas excusas para justificar su comportamiento...

domingo, marzo 11, 2007

Homenaje a Gaiman 2...

Hasta el final de sus días, tuvo pesadillas sobre el tiempo que pasó en aquella bodega, y se despertaba gritando con el sabor y el olor de aquel lugar en su garganta.
La Doncella del mar atracó en Norfolk, Virginia, y Essie fue comprada por el propietario de una "pequeña plantación", un cultivador de tabaco llamado John Richardson, ya que su mujer había muerto por las fiebres provocadas por el parto, una semana después de dar a luz a su hija, que necesitaba una nodriza y una criada que se hiciera cargo de todas las tareas de su pequeña granja.
De forma que el hijo de Essie, a quien llamó Anthony, según dijo, en nombre de su marido fallecido (a sabiendas de que no había nadie en el lugar que pudiera contradecirla, y quizá había conocido a un Anthony una vez), mamó de los pechos de Essie junto con Phyilida Richardson. A la hora de comer, la hija de su amo era siempre la primera, por lo que se convirtió en una niña con buena salud, alta y fuerte, mientras que el hijo de Essie fue un niño débil y raquítico.
Y junto con la leche de Essie, los niños mamaron todos sus cuentos: los de los knockers y los blue-caps que vivían en las minas; los de Bucea, el espíritu más juguetón de la tierra, mucho más peligroso que los piskies pelirrojos y de nariz respingona, a quienes siempre les dejaban el primer pez que pescaban en una teja, y a quienes les dejaban un pan recién horneado en el campo, al llegar la época de la siega, para asegurarse una buena cosecha; les habló de los hombres del manzano, viejos manzanos que hablaban cuando tenían mente, y a los que había que apaciguar con la primera sidra de la cosecha, que se vertía sobre sus raices al llegar el fin del año, si querían tener una buena cosecha al año siguiente. Les habló con su acento melifluo de Cornualles de los árboles de los que no debían fiarse:


El olmo llora
El roble odia
Pero el sauce echa a andar,
Si hasta larde te puedes quedar.


Les contó todas estas cosas y ellos se las creyeron porque ella se las creía.
La granja prosperó y Essie Tregowan empezó a poner todas las noches un plato de porcelana con leche junto a la puerta de atrás, para los piskies. Y al cabo de ocho meses, John Richardson llamó sin hacer ruido a la puerta de la habitación de Essie y le pidió los favores que las mujeres acostumbran a conceder a los hombres, y Essie le dijo lo sorprendída y dolida que estaba, una pobre viuda, y una sirvienta no mucho mejor que una esclava, a la que le pedía que se prostituyera por un hombre por el que sentía tanto respeto —y una criada no podía casarse, así que no alcanzaba a comprender cómo se le ocurría atormentar a una chica deportada— y sus ojos de color castaño se llenaron de lágrimas, de tal forma que Richardson empezó a pedirle disculpas, y el resultado final fue que John Richardson acabó hincando una rodilla en aquel pasillo en aquella calurosa noche de verano, para proponerle el final de su contrato como criada y para solicitarle su mano en matrimonio. Ahora bien aunque ella aceptó, le dijo que no dormiría con él hasta que todo fuera legal, de forma que se trasladó de la pequeña habitación del ático al dormitorio del amo, que daba a la fachada de la casa; y aunque algunos de los amigos del granjero Richardson y sus mujeres lo hirieron con sus comentarios cuando lo vieron por la ciudad, muchos más de ellos opinaban que la nueva señora Richardson era una mujer de gran belleza y que Johnnie Richardson había hecho una gran elección.
Al cabo de un año, Essie dio a luz a otro hijo, otro chico, pero tan rubio como su padre y su media hermana, y lo llamaron John, por su padre.
Los tres niños iban a la iglesia los domingos para escuchar a los pastores, e iban a la pequeña escuela para aprender las letras y los números con los niños de otros pequeños granjeros; aun así, Essie también se aseguraba de que conocieran los misterios de los piskies, que eran los misterios más importantes que había; hombres pelirrojos, que tenían unos ojos y una ropa tan verdes como un río y la nariz respingona, eran hombres bizcos de aspecto curioso que, si querían, podían trastornarte, embaucarte y hacerte desviar de tu camino, a menos que llevaras sal en los bolsillos, o un poco de pan. Cuando los niños iban a la escuela, los tres llevaban un poco de sal en un bolsillo, un poco de pan en el otro, los viejos símbolos de la vida y la tierra, para asegurarse de que llegaban sanos y salvos a casa, algo que siempre conseguían.
Los niños crecieron en la exuberancia de las colinas de Virginia, se hicieron altos y fuertes (aunque Anthony, su primer hijo, fue siempre un poco más débil y pálido, y proclive a padecer enfermedades y malaria) y los Richardson eran una familia feliz; y Essie amaba tanto como podía a su marido. Llevaban diez años casados cuando John Richardson empezó a sufrir un dolor de muelas tan intenso que le hizo caer de su caballo. Lo llevaron al pueblo más cercano, donde le quitaron la muela, pero ya era demasiado tarde, y la infección de la sangre se lo llevó, con la cara negra y gimiendo, y lo enterraron bajo su sauce favorito.
La viuda Richardson se hizo cargo de la administración de la granja hasta que los dos hijos tuvieran suficiente edad para hacerlo; se encargó de comprar a criados y esclavos, de cosechar el tabaco, año si, año no; vertió sidra sobre las raíces de los manzanos en Noche Vieja y puso un pan recién hecho en los campos durante la época de la siega, y siempre dejó un plato con leche en la puerta de atrás. La granja prosperó y la viuda Richardson se ganó una reputación de negociadora dura, pero cuya cosecha siempre era buena, y que nunca engañaba a nadie con la calidad de sus productos.
De forma que todo fue bien durante diez años más; pero entonces llegó un año mal, ya que Anthony, su hijo, mató a Johnnie, su medio hermano, en una pelea furibunda sobre el futuro de la granja y de la mano de Phyllida; y algunos dijeron que no había querido matar a su hermano, y que fue un golpe tonto, que acabó siendo una herida demasiado profunda, y otros dijeron lo contrario. Anthony huyó, con lo que a Essie le tocó enterrar a su hijo más joven junto a su padre. Algunos dijeron que Anthony huyó hacia Boston y otros afirmaron que se dirigió al sur, pero su madre pensaba que había tomado un barco para regresar a Inglaterra, para alistarse en el ejército del rey Jorge y luchar contra los rebeldes escoceses. Pero ahora que se había quedado sin hijos, la granja era un lugar vacío y triste, y Phyllida sufría y se lamentaba como si le hubieran partido el corazón. Nada de lo que su madrastra pudiera decirle o hacer conseguía devolverle la sonrisa a la cara.
Pero tuviera el corazón roto o no, necesitaban a un hombre en la granja, de manera que Phyllida se casó con Harry Soames, carpintero de barco de profesión, que se había cansado del mar y soñaba con llevar una vida en tierra firme, en una granja como la de Lincolnshire. en la que se había criado. Y aunque la de los Richardson era bastante pequeña, Harry Soames encontró suficientes similitudes que lo hacían feliz. Phyllida y Harry tuvieron cinco hijos, de los que sobrevivieron tres.
La viuda Richardson echaba de menos a sus hijos, y echaba de menos a su marido, aunque ahora ya no era más que el recuerdo de un hombre justo que la trató con cariño. Los hijos de Phyllida iban a ver a Essie para que les contara cuentos, y ella les hablaba del Perro Negro de los Páramos, y de la Cabeza Parlante, o del Hombre del Manzano, pero no les interesaban; sólo querían oír las historias de Jack, Jack y las Judías Mágicas, o Jack el Matagigantes, o Jack y su Gato y el Rey. Essie quería a aquellos niños como si fueran su propia sangre y carne, aunque a veces los llamaba por los nombres de los que llevaban muertos hacía tiempo.
Era mayo y Essie sacó su silla al huerto de la cocina, para coger guisantes y pelarlos a la luz del sol. ya que incluso en el calor exuberante de Virginia, el frío se había apoderado de sus huesos igual que el hielo se había apoderado de su melena, y un poco de calor era una sensación muy agradable.
Mientras la viuda Richardson pelaba los guisantes con sus manos viejas, se puso a pensar en lo mucho que le gustaría volver a andar una vez más por los páramos y los acantilados salados de su Cornualles nativo, y pensó en cuando se sentaba sobre los guijarros de la playa cuando era una niña, a la espera de que regresara el barco de su padre de los mares grises. Sus manos, torpes y con los nudillos azules, abrían las vainas, tiraban los guisantes en un cuenco de barro, y dejaban caer las vainas vacías sobre el delantal del regazo. Y entonces se dio cuenta de que estaba recordando, tal y como no hacía desde mucho tiempo, una vida que había perdido: cómo había afanado monederos y birlado sedas con sus dedos inteligentes; y se acordó del juez de Newgate, que le dijo que pasarían doce semanas antes de que vieran su caso, y que podría escapar de la horca si alegaba embarazo, y que era una chica muy bonita, y se acordó de cómo se volvió hacia la pared y se levantó las faldas con valentía, a pesar del odio que sentía por sí misma y por aquel hombre que, después de todo, tenía razón; y cuando sintió que algo cobraba vida en su interior supo que podría esquivar a la muerte...
—¿Essie Tregowan? —dijo el desconocido.
La viuda Richardson alzó la cabeza y se tapó los ojos con una mano para protegerse del sol de mayo.
—¿Le conozco? —preguntó. No le había oído acercarse.
El hombre iba vestido todo de verde; pantalones de tela escocesa verde, una chaqueta verde y un abrigo verde oscuro. Tenía el pelo de color zanahoria y torció la boca al sonreirle. Había algo en aquel hombre que la hacía feliz al mirarlo, y algo que transmitía una sensación de peligro.
Podría decir que me conoce.
Ambos entrecerraron los ojos al mirarse, y Essie buscó en su cara redonda una pista para averiguar su identidad. Parecía tan joven como uno de sus nietos, y sin embargo la había llamado por su viejo nombre, y tenía un acento al hablar que conocía de su infancia, de las rocas y los páramos de su hogar.
—¿Es de Cornualles?—preguntó ella.
— Así es, de ahí soy —dijo el hombre pelirrojo—. O más bien, lo era, pero ahora estoy aquí, en el nuevo mundo, donde nadie pone un vaso de cerveza o de leche para un hombre honesto, o un pan cuando llega la época de la siega.
La vieja sujetó el cuenco de guisantes que tenía en el regazo.
—Si eres quien creo que eres —dijo—, no quiero pelearme contigo. —Oía las quejas de Phyllida al ama de llaves, dentro de casa.
—Ni yo tampoco contigo —dijo el tipo del pelo rojo, un poco triste—, aunque fuiste tú quien me trajo aquí, tú y unos cuantos como tú, a esta tierra que no tiene tiempo para la magia ni lugar para los piskies y los seres como ellos.
—Me has hecho bastantes favores —dijo ella.
—Buenos y malos -dijo el desconocido con los ojos entrecerrados—. Somos como el viento. Soplamos en ambas direcciones.
Essie Asintió.
—¿Quieres cogerme la mano, Essie Tregowan? —Y el desconocido le acercó una mano. Estaba llena de pecas, y aunque la vista de Essie ya no era muy buena, vio todos los pelos naranja del dorso de su mano, que brillaban como el oro bajo la luz del sol del atardecer. Se mordió los labios. Entonces, tras algunas dudas, puso su mano sobre la de él.
Aún estaba caliente cuando la encontraron, aunque la vida había abandonado su cuerpo y sólo había pelado la mitad de los guisantes...

sábado, marzo 10, 2007

Homenaje a Gaiman...

Este texto pertenece a la novela American Gods... Su reproduccion en este espacio no es con animo de lucro ni un intento de vulneracion de los derechos de autor..
Es solo la manera que tengo de expresar mi admiracion hacia su autor e intentar que sea conocido por mas personas...
Ante la longitud del texto seleccionado... Sera subido en dos/tres entradas...
Solo espero que lo disfruteis como lo disfrute yo...

EL VIAJE A AMÉRICA
1721

«La cosa más importante que hay que entender sobre la historia americana —escribió el señor Ibis, en su diario encuadernado en cuero—. es que es ficticia, no es más que un simple boceto a carboncillo hecho para los niños o aquellos que se aburren fácilmente. Ya que gran parte de ella no ha sido inspeccionada, imaginada ni pensada, es la representación de la cosa y no la cosa en si. Es una gran ficción —escribió y se detuvo un instante para mojar la pluma en e! tintero y organizar sus pensamientos—, que América fue fundada por peregrinos que buscaban la libertad para creer en lo que quisieran, que vinieron a las Américas y se extendieron, reprodujeron y llenaron la tierra vacía.»
En verdad, las colonias americanas no eran más que un vertedero, un lugar de huida y para olvidar. En los días en que podían colgar a alguien en Londres, en el árbol de triple corona de Tyburn. por robar doce peniques, las Américas se convirtieron en un símbolo de clemencia, de una segunda oportunidad. Pero las condiciones de transporte eran tales que algunos preferían bailar sobre la nada hasta que se acababa el baile. Deportación, lo llamaban: durante cinco años, diez o de por vida. Ésa era la sentencia.
Los vendían a un capitán, que los transportaba, amontonados como en un barco negrero, hasta las colonias o las Antillas; al llegar a puerto el capitán los vendía como criados a aquel que pagara el precio de su pellejo. Entonces tenían que trabajar para su amos, hasta que éste hubiera recuperado la suma que había pagado por ellos. Como mínimo no estaban esperando en una cárcel inglesa a que los colgaran (ya que en aquellos días las cárceles eran un lugar donde los prisioneros se quedaban hasta que los liberaban, deportaban o colgaban: no los sentenciaban por un período de tiempo), y tenían la libertad de sacar el máximo provecho del nuevo mundo. También podían sobornar a un capitán para que los devolvieran a Inglaterra antes de que hubiera concluido el tiempo de la deportación. Había gente que lo hacia. Y si las autoridades los atrapaban, si un viejo enemigo o un viejo amigo con alguna cuenta pendiente los veía y los denunciaba, los ahorcaban de inmediato.
Recuerdo —escribió tras una breve pausa, durante la cual había llenado el tintero de su escritorio con una botella de tinta negra del armario y había mojado la pluma de nuevo- la vida de Essie Tregowan, que vino de un pequeño pueblo gélido encaramado a la cima de un acantilado de Cornualles, en el suroeste de Inglaterra, donde su familia había vivido desde tiempos inmemoriales. Su padre era pescador y se rumoreaba que era uno de los provocadores de naufragios, aquellas personas que colgaban sus lámparas en lo alto de acantilados peligrosos cuando arreciaban las tormentas, para atraer los barcos bacía las rocas y poder quedarse así con los bienes que llevaban a bordo. La madre de Essie trabajaba como cocinera en la casa del señor, y a la edad de doce Essie empezó a trabajar allí, limpiando los alimentos. Era una niña muy pequeña y delgada, con los ojos castaños y grandes y el pelo oscuro. No le gustaba trabajar duro y se escabullía continuamente para escuchar historias y cuentos siempre que hubiera alguien dispuesto a contar alguno: cuentos de piskies y spriggans, de los perros negros de los moros y de las mujeres foca del Canal. Y, aunque el señor de la casa se reía de aquellas cosas, de noche, los criados de la cocina siempre cogían un plato de porcelana con la leche más cremosa de la casa, v lo dejaban frente a la puerta de la cocina, para los piskies.
Pasaron varios años, y Essie ya no era una chica pequeñita: tenía curvas y su cuerpo se mecía al andar como las olas del mar verde, y sus ojos oscuros sonreían, y su pelo castaño alborotado y rizado. Los ojos de Essie dieron con Bartholomew, el hijo de dieciocho años del señor que acababa de volver de Rugby, y de noche fue a la roca que había en el limite del bosque, donde puso un poco del pan que Bartholomew había comido, pero que no había acabado, envuelto en un mechón de su propio pelo. Y al día siguiente Bartholomew fue junto a ella y le habló, y la miró con aprobación con sus propios ojos, el azul peligroso de un cielo cuando se avecina tormenta, mientras ella limpiaba la chimenea de su habitación.
«Tenia unos ojos tan peligrosos», dijo Essie Tregowan.
Al cabo de un tiempo, Bartholomew se fue a Oxford y, cuando el estado de Essie resultó muy obvio, fue despedida. Pero el bebé nació muerto y, como favor a la madre de la niña, que era una cocinera excelente, la mujer del señor consiguió convencerlo para que Essie recuperara su antiguo trabajo.
Pero el amor de Essie por Bartholomew se había convertido en odio hacía su familia y, al cabo de un año, escogió como nuevo pretendiente a un hombre de mala reputación, llamado Josiah Horner. de un pueblo cercano. Y una noche, mientras la familia dormía, Essie se levantó y abrió la puerta lateral, para que entrara su amante, que desvalijó la casa.
Inmediatamente, todas las sospechas recayeron en alguien de la casa, ya que resultaba más que obvio que alguien tenía que haberle abierto la puerta, que la mujer del señor recordaba perfectamente haber cerrado, y alguien tenía que saber dónde se guardaba la cubertería de plata y en qué armario se encontraban las monedas y pagarés. Aun así, Essie, que lo negó todo con gran decisión, no fué condenada hasta que Josiah Horner fue atrapado en una cerería de Exeter, donde intentó usar uno de los pagarés. El señor lo identificó como suyo y Horner y Essie fueron a juicio.
Horner fue condenado a la horca por el tribunal del condado, pero el juez se apiadó de Essie, debido a su edad o a su pelo castaño, y la condenó a siete años de deportación. Debía partir en un barco llamado Neptuno, bajo las órdenes de un tal Capitán Clarke. De forma que Essie se fue a las Carolinas. En mitad de la travesía, llegó a un acuerdo con el mismo capitán y lo convenció de que la llevara de vuelta a Inglaterra con él, como su mujer, y de que la llevara a la casa de su madre de Londres, donde nadie la conocía. El viaje de vuelta, después de que el cargamento humano hubiera sido cambiado por algodón y tabaco, fue una época tranquila y feliz para el capitán y su nueva mujer, ya que ambos parecían una pareja de tortolitos, incapaz de dejar de manosearse o de hacerse carantoñas.
Cuando llegaron a Londres, el Capitán Clarke acomodó a Essie con su madre, que la trató como la nueva mujer de su marido. Ocho semanas más tarde, el Neptuno partió de nuevo, y la joven esposa de pelo castaño fue a despedir a su marido desde el muelle. Luego volvió a casa, donde, debido a la ausencia de su suegra, aprovechó para hacerse con un corte de seda, varias monedas de oro y un bote de plata en el que la vieja mujer guardaba los botones y, tras guardárselo todo, desapareció en los burdeles de Londres.
Durante los dos años siguientes, Essie se convirtió en una consumada ladrona. Sus amplias faldas podían ocultar una multitud de pecados que consistían principalmente en rollos de seda y encaje, y vivió la vida al máximo. Essie daba gracias por haber escapado a las vicisitudes de todas las criaturas de las que le habían hablado de niña, de los piskies (cuya influencia, estaba segura, alcanzaba hasta Londres), y todas las noches ponía un cuenco de leche en la cornisa de una ventana, a pesar de que sus amigos se reían de ella; pero ella se rió la última, cuando sus amistades cogieron la viruela o la gonorrea y Essie siguió con una salud de hierro.
Le faltaba un año para cumplir los veinte, cuando el destino le asestó un duro golpe: estaba sentada en la taberna Crossed Forks de Fleet Street, en Beli Yard, cuando vio entrar a un hombre joven, recién salido de la universidad, que se sentó cerca de la chimenea. «¡Aja! Un pichón listo para ser desplumado», pensó para sí misma. Así que se sentó junto a él y empezó a decirle que le parecía que era todo un caballero y empezó a acariciarle una rodilla y. con la otra mano, con sumo cuidado, intentó cogerle el reloj de bolsillo. Entonces, el la miró fijamente y a Essie le dio un vuelco el corazón y se le cayó el alma a los pies cuando el azul peligroso del cielo de verano antes de una tormenta la miró a los ojos y el amo Bartholomew dijo su nombre.
La llevaron a la prisión de Newgate y la acusaron de volver antes de cumplir el tiempo de una deportación. Al ser declarada culpable, Essie no sorprendió a nadie cuando alegó estar preñada para no cumplir condena, aunque las matronas de la ciudad, que tuvieron que comprobar tal alegación (que en la mayoría de casos acostumbraba a ser falsa), si se quedaron asombradas cuando tuvieron que admitir que Essie estaba en estado, aunque se negó a decir quién era el padre.
De nuevo, su sentencia de muerte fue conmutada por una deportación, esta vez de por vida.
Se embarcó en la Doncella del mar, a bordo de la cual había doscientos deportados, amontonados en la bodega como si fueran cerdos camino del mercado. La disentería y la fiebre campaban a sus anchas por el barco; apenas había sitio donde sentarse, y mucho menos aún para tumbarse; una mujer murió al dar a luz al fondo de la bodega y, como la gente estaba demasiado apretada como para poder sacar los cuerpos, madre e hijo fueron tirados por un ojo de buey, directamente al mar gris y picado. Essie estaba de ocho meses y era increíble que mantuviera con vida al bebé, pero al final lo consiguió...

jueves, marzo 08, 2007

Verde Musgo...

Desde el dia 1 de marzo... Oficialmente en mi lugar de trabajo... Soy el chico encargado del diseño grafico... Lo cual me llena de orgullo y satisfaccion...

Me gusta mucho ese campo... Mucho mas que ser Ayudante Tecnico... Ya no tengo que atender llamadas del estilo:
- La impresora no imprime...
- Ha comprobado que esta conectada a la corriente?¡...

Ahora son mas de este tipo:
- Me gusta como ha quedado... Pero la letra... No es un poco chica?¡...- Mirando un boceto de una bolsa para una optica que no es mas grande que un A4... Tambien mal llamado folio...
- Hombre... Es que la bolsa es chica...
- Ya... Pero no podria ser un poco mas grande sin tener que achicar nada?¡...
- Hummmmm... No?¡...

Pero estas llamadas no me molestan... Quiero decir... No me sacan de mis casillas como me pasaba con los diferentes entradas que hice sobre la estupidez humana...

Curiosamente mi jefe... Antes de meterme de lleno en este nuevo puesto me dio una charla sobre la paciencia y los modales... Y las formas y no perder el control... Para lo cual siempre llevo encima una tecla "Ctrl" encima... Pero me lo calle porque no creo que llegara a entender el chiste... A mi me hizo gracia aquella conversacion... Bueno... Discurso o monologo...
Se que tengo un pronto bastante radical... Pero sobre todo es una cuestion de que mejor soltarlo a callarme y reventar... Y mas si te topas con esos bloques de granito en cuestion de pensar que son los comerciales... Algunos comerciales...
Algunos mas que otros...
Uno sobre todo...
Ya os he hablado de "El"...

Y claro.. Aqui tambien tenia que dejar su marca... Dejar claro que no me he escapado de su influencia... A saber...

Recibo un pedido "MUY URGENTE"... Todo siempre es muy urgente... Curiosamente... Para que den la aprobacion a dicho pedido... Hay que mandarle por correo la muestra... Luego tardara un minimo de una semana en dar la confirmacion...
Hummmm... No seria mas rapido un fax o un e-mail si hay tanta prisa?¡... Tendria que haberme percatado de semenjante engaño... Pero es que ahora se puede decir que... Que habia recuperado la inocencia y la fe en el ser humano...
Bueno... A lo que iba...
Miro la muestra para hacer el pedido en cuestion... Un trozo de papel con unas letras y un logotipo jodido.. Leo el pedido... bolsa plastico verde musgo (020)... 1 tinta color oro... verde musgo... Verde musgo... Me voy a mi catalogo de muestras de plastico y busco verde musgo sin exito... Acudo a una compañera y le explico mi disyuntiva...
- No encuentro el verde musgo en el catalogo de muestras...
- Porque no existe como tal... El comercial en su pedido te tiene que dar la referencia que corresponda del catalogo...
- Ah... Vale... Tonces lo llamare... (Verde musgo... Verde musgo...)
...

- Si?¡... Baiao?¡ (No merece el anonimato... No lo merece... De verdad que no...)... Buenos dias... Puedes hablar?¡...
- Si. Buenos dias Nietzche... Todo bien por la oficina?¡...
- Si si... Mira... Te llamaba porque tengo aqui un pedido tuyo que pone que la bolsa de plastico es verde musgo... Esto... Esa referencia no consta en el catalogo de muestras que tengo de plasticos...
- Es un modelo estandar de bolsas de plastico del cash (La tienda que tenemos debajo de la oficina)...
- Ya... Vale... Pero es que necesito su correspondencia con el catalogo de muestras... Para que salga exactamente igual... Tu tambien tienes un catalogo de muestras... Si me puedes decir a cual de ellas se parece mas?¡...
- Nietzche... Es una bolsa estandar del cash... Bajas y la coges...
- Eh... A ver... El problema esta que las bolsas estandares del cash no tienen por que ser del mismo fabricante que el de las bolsas impresas... Y es posible que no se pueda sacar el color exacto... Por eso te digo... Que mires en el catalogo de muestras... Que color quieres para la bolsa que mas se parezca a la del cash...
- Pero Nietzche... Porque no bajas al cash... Es una bolsa estandar del cash...
- Sr. Baiao... No le estoy diciendo que no sea una bolsa estandar... Le digo... Que como no sea el mismo color porque sea otro fabricante... No se va a poder sacar exactamente igu...
- Nietzche... El verde ese es estandar... Esta en el Cash...
- Vale... Muchas gracias por todo... Ya me busco yo la vida... Adios...
Y colge con un ataque de colera contenido... Habia mantenido las formas... No le habia faltado el respeto... No use ningun termino barriobajero... Solo pedia un poco de colaboracion de un compañero de plantilla... Y solo consegui las palabras "Verde Musgo" "Estandar" y "Cash"...

Bueno... Pues el Sr. Baiao... No contento con su postura de: "Me da igual lo que me digas... Tu cojes la puta bolsa estandar del cash verde musgo y te jodes buscando la correspondencia"... No contento solo con eso... Que hizo a continuacion?¡... Pues ser un completo "correveydile" y llamar al jefe... Y cabrearlo durante 20 mins diciendole cosas como: me ha faltado al respeto... No tiene educacion... blablabla...

Y por que lo se?¡... Pues porque despues de encontrar la correspondencia de colores y estar pringando haciendo un trazado de unas palmeras doradas formando una enorme "O" abierta sobre un fondo verde musgo... Pues una hora mas o menos despues del maravilloso intercambio de ideas con ese Sr... Mi jefe... A quien le queda muy poco para salir del anonimato... Me dijo:
- Este tema de un color verde?¡...
- Ya esta solucionado... He busca...
- Vale... A ver Nietzche... A este Sr. se le trata con educacion y respeto... Puesto que el es una persona de lo mas correcta...
- Yo no le he faltado el resp...- Gesto de mi jefe con su mano de que me callara... En ese momento comprendi que no era una conversacion entre dos personas adultas... Ni siquiera entre Gerente y empleado... Era un sermon...
- Has de saber tratar con educacion y respeto a quien te muestra dichas aptitudes... Y no usar palabras como "Quillo"...
- Yo no le he llamado Quil...- Nuevamente me callo alzando su mano...
- Es una palabra propia de otro ambientes... No de la oficina... De sitios como las 3000 mil... Y tu no eres de alli aunque vives cerca... - Aqui ya me empezo a hervir la sangre de nuevo... Y pensaba para mi mismo: "Que me estas llamando?¡... Tu no tienes ni la menor idea de lo barriobajero que puedo llegar a ser... Y que es eso de hablarme de educacion y respeto... Que sabras tu de la cultura y educacion que puedo llegar a tener... Que digo cabronazos en la oficina cuando un cliente demuestra que lo es... Pues claro... No me voy a callar cuando vea cosas que no son de recibo... Seremos de epocas distintas... Pero quejarme con razon... Ser guerrillero como dice una de las compañeras del trabajo... Eso no implica no saber ser educado... Sobre todo teniendo en cuenta que tu no me estas demostrando tales aptitudes... Si me respetaras... Me escucharias... Querrias saber las dos versiones de la historia... Pero claro... No te interesa porque ahora mismo lo que estas es dandome un tironcito de orejas para que el otro.. Ese Sr tan educado... Francisco Baiao... Comercial... Que tiene tanta educacion y respeto que no le importa que me levantara a las cinco de la mañana para estar en Badajoz a la nueve para no estropearle a el la mañana de trabajo... Y que yo perdiera todo el resto del dia en la carretera.. A eso si que le llamo respeto y educacion... Pues esa... Persona... Te ha calentado la oreja porque no queria buscar un color en un catalogo... Eso si... Con mucha educacion y respeto te ha calentado la oreja... Asi que nada... Te mirare... Asentire... Dire que "si" a lo que me preguntes... Pero no llevas razon... Por muy jefe mio que seas.".. De mientras el seguia con el monologo... Que trancribire entre lineas:
- ... Asi pues Nietzche... Tu eres un barriobajero navajero que has tenido la suerte de conocer a semejante hijo de una sra que tenia que haber apretado los muslos en el momento del parto... Y te aseguro que si lo tratas como el te trata a ti... Aprenderas mucho... Y te enriqueceras aun mas... Es decir... Siempre saludaras con una sonrisa y con muy buenos modales... Pero en cuanto puedas... Se la clavaras por la espalda a cualquiera de tus compañeros por sacar una comision en una venta... Estamos?¡...
- Si mi further (con golpe de tacones mentalmente y todo)...

Asi que nada... A partir de ahora... Voy a demostrarle a cierto tipo de personas lo educado y respetuoso... Y linguisticamente bien dotado que puedo llegar a ser... A ver quien tiene que aprender de quien...

P.D.: Aun asi... Estoy muy contento de ser diseñador... Aunque termine reventado y me quede ciego dentro de una decada mas o menos...

martes, marzo 06, 2007

Una de Sueños...

Esto era uno que se metio en la cama a las once de la noche... Porque no habia nada interesante que ver... Le picaban los ojos de estar trabajando de diseñador grafico todo el dia... Y que coño... Estaba reventado de un fin de semana intenso... Muy intenso... Desde el viernes por la noche...

Y durmio placidamente hasta que... Empezo a soñar..
Y esto es lo que soño... O mas bien lo que recuerda que soño...

Estabamos... Digo... Estaba en un sitio que me resultaba familiar pero que no reconocia... Y alli... Era de dia... Hacia bueno... Con alguna nube blanca con su tono gris a medida que mas cerca estaba de tierra... Pero hacia bueno... Estaba con amigos... Cafe... En terracita... Y luego... Me encuentro en una casa en bruto... De estas que solo tienen las paredes y el techo con el cemento echao.. En una fiesta... Con otro grupo de amigos...
Y alli me encuentro con una antigua conocida... Con quien hubo sus mas y sus menos... Pero que nunca llego a ser lo que podria haber sido...Y en esto que nos montamos un trio... Otro tio que no conozco... Ella... Y yo... Y es ella la que me dice mientras ya esta metida en faena con el tio... "Bueno... Entras o no?¡"... Y entro... Vaya que si entro..

Y el sueño sigue con que me despierto y no recuerdo el polvo... Y me digo a mi mismo... No lo recuerdas porque sabes que si lo recuerdas... No sera para tanto... Asi lo tengo idealizado... Y ella duerme a mi lado... Y despierta y me mira con ternura... Y yo a ella... Y la beso... Pero algo no cuadra... Aparta su cara de mi beso... Y tonces es como en mis recuerdos de la vida real... "Quiero pero no puedo"... Y nos movemos de aquel lugar... Vamos en mi coche y nos quedamos a dormir dentro de el... Pero no pasa nada mas... Porque quieres pero no puedes... Y yo en el sueño... Como en la vida real... Respeto su postura... Pensando que es lo correcto... Y que a la larga es lo mejor para que al final quiera y pueda... Y me despierto... Me despierto de verdad...

5:30 AM... Y me siento taco de mal... Me siento... Hummmmm... Agobiado... Por que tengo que soñar esto ahora?¡... Por que ella y no otra persona?¡... Por que?¡... Relajate Nietzche... Y vuelvete a dormir...

Pero no puedo... No durante media hora larga... En que la angustia y los recuerdos no me dejan descansar... Finalmente concilio el sueño...

Ahora estoy en una casa de vecinos clasica sevillana... Amplia... Pintada de blanca... Con mucha luz... Y estoy en el ahora... Y siento como alguien baja las escaleras que dan a la salida de la casa... Y yo estoy alli... Y por los pasos se quien es...
Y una voz de mujer me dice: "Hola Nietzche... Ahora mismo venia pensando en ti"... Y la miro con rabia contenida y me mantengo en silencio... Y ella se acerca a mi contandome cosas sobre que la perdone... Pero su trabajo... Sus niños... Su vida... Y al llegar a mi altura... Le digo: "Mira... Me da igual lo que me digas... Se que es mentira que venias pensando en mi... Me has visto cuando has salido de casa y sabias que te ibas a cruzar conmigo.. Y has dicho: "Ostias... Esto... A ver como salgo de esta"... Pero a mi ya no me engañas... Si de verdad te hubieras acordado de mi... Me hubieras llamado cualquier noche a casa... O dado un toque al pasar por fuera de mi ventana... Si en verdad te importara... Me hubieras felicitado por mi cumpleaños... Quizas no el mismo dia... Pero lo hubieras hecho... Para que querias saber cuando cumplia... Si ha pasado mas de un mes y no has dado señales de vida?¡... Mira... Vamos a hacer una cosa... Vale?¡... Vamos a seguir siendo vecinos... Pero tu en tu casa y yo en la mia... No vuelvas a decirme que ojala quedemos para tomar cafe... Porque ya estoy cansado de ilusionarme por saber que podre estar un poco de tiempo a tu lado y luego quedarme con las tazas enfriandose encima de la mesa"...
"Nietzche... Eso que me dices no es justo".- Responde ella con cierta tristeza en su mirada...
"Ni tu comportamiento hacia mi persona lo es"...- Respondo yo...

Y me he despertado con el sonido del despertador cagandome en los muertos de mi puto subconsciente...
Asi que hoy ando tocado... Y con temor a los sueños que esta noche me visite...

jueves, marzo 01, 2007

Somebody to Love...


Lyrics by Queen...

Can anybody find me somebody to love
Ooh, each morning I get up I die a little
Can barely stand on my feet
(Take a look at yourself) Take a look in the mirror and cry (and cry)
Lord what you're doing to me (yeah yeah)
I have spent all my years in believing you
But I just can't get no relief, Lord!
Somebody (somebody) ooh somebody (somebody)
Can anybody find me somebody to love ?

Yeah
I work hard (he works hard) every day of my life
I work till I ache in my bones
At the end (at the end of the day)
I take home my hard earned pay all on my own
I get down (down) on my knees (knees)
And I start to pray
Till the tears run down from my eyes
Lord somebody (somebody), ooh somebody
(Please) Can anybody find me somebody to love ?

(He works hard)
Everyday (everyday) - I try and I try and I try
But everybody wants to put me down
They say I'm going crazy
They say I got a lot of water in my brain
Ah, got no common sense
I got nobody left to believe in
Yeah yeah yeah yeah

Oh Lord
Ooh somebody - ooh somebody
Can anybody find me somebody to love ?
(Can anybody find me someone to love)

Got no feel, I got no rhythm
I just keep losing my beat (You just keep losing and losing)
I'm OK, I'm alright (he's alright - he's alright)
I ain't gonna face no defeat (yeah yeah)
I just gotta get out of this prison cell
One day (someday) I'm gonna be free, Lord!

Find me somebody to love
Find me somebody to love
Find me somebody to love
Find me somebody to love
Find me somebody to love
Find me somebody to love
Find me somebody to love
Find me somebody to love love love
Find me somebody to love
Find me somebody to love somebody somebody somebody somebody
Somebody find me
Somebody find me somebody to love
Can anybody find me somebody to love ?

(Find me somebody to love)
Ooh
(Find me somebody to love)
Find me somebody, somebody (find me somebody to love) somebody, somebody to love
(Find me somebody to love)
Find me, find me, find me, find me, find me
Ooh - somebody to love
(Find me somebody to love)
Ooh
(Find me somebody to love)
Find me, find me, find me somebody to love
(Find me somebody to love)
Anybody, anywhere, anybody find me somebody to love love love!
Wooo somebody find me, find me love...